Ciertamente,
cuando se organiza un evento como #cervanbot, hay momentos
especialmente emotivos.
¡Y hemos de decir
que hemos empezado emocionándonos enormemente ya desde la primera
actividad!
Si bien en años
anteriores la mayor parte de las actuaciones se habían centrado en
talleres en el centro, ya fuera a alumnos y miembros de la comunidad
educativa, en esta edición decidimos dar un paso más y abrirnos más
allá. Lo hemos hecho de dos formas, invitando a centros de la zona a
recibir talleres tecno-robóticos con alumnos mentores (empezamos el
lunes 21) y visitando una residencia de mayores (18 de noviembre) a
la que hemos intentado llevar esos mismos talleres con mentores.
Así que el viernes
18 comenzó #cervanbot y vivimos unos de esos días especiales e
inolvidables en la residencia de mayores Geriatros de Leganés.
Los alumnos se
desplazaron andando. Disfrutamos de un paseo muy alegre entre
continuos toques de claxon y saludos de conductores (era en las
afueras y pasamos por varias rotondas, eso sí, siempre por la acera
o pasos elevados). Cuando la directora llegó con su coche, le
ayudamos a descargar los materiales que íbamos a mostrar.
En la residencia nos
recibieron con los brazos abiertos. ¡Y hasta los propios residentes
habían preparado las mesas en las que iban a sentarse!
Íbamos con la
intención de dar, pero la gran sorpresa fue que nos trajimos de
vuelta un enorme saco lleno de aprendizajes que no pueden aprenderse
mejor en ningún otro lugar.
Manos de jóvenes y
mayores continuamente trasteando con todo lo que tenían a su
alcance. Sonrisas y más sonrisas. Mayores sorprendidos de lo que los
alumnos de hoy saben.
Como profesor, lo
primero que piensas es… ¿Realmente es en las escuelas donde se
aprende lo que más necesitan nuestros alumnos? Por muchos contenidos
que trabajemos con medios clásicos o innovadores o pruebas activas o
estandarizadas, si nos olvidamos de que estamos con y entre personas,
no vamos a educar mejor. Es el contacto con quienes nos rodean lo que
de verdad va a enriquecernos.
¿Y los alumnos?
Lo que más
repitieron una y otra vez a la vuelta, con expresiones de alegría y
emoción desbordada, fue: “¡Los mayores tienen muchas ganas de
aprender! ¡Me ha sorprendido mucho!”
Y sí. Es así.
¡Nuestros mayores tienen unas enormes ganas de aprender! ¡Y se
merecen más que nadie que les ayudemos a aprender! Si algo les
debemos, es miles de aprendizajes que ellos nos regalaron antes y que
debemos devolvérselos aumentados.
También se oía…
¡Una señora quería comprarme el robot!
O… ¡Cómo ha
molado cuando nos han enseñado la sala sensorial!
Nos gustaría contar
todo de forma más precisa. Incluso grabamos algún vídeo. Pero todo lleva su tiempo.
Eso sí. Os dejamos
unas fotos de unos momentos insuperables.
¡Muchas
gracias a la dirección y personal de la residencia Geriatros de
Leganés por su simpatía, entrega y dedicación!
¡Y
gracias especialmente a todos los residentes que con sus palabras,
expresiones y conversaciones nos han recordado que es posible
construir un mundo aún más alegre y esperanzador!