España, siglo XXI, tal vez los centros educativos sean el
lugar donde mejor se comprende la igualdad de sexos, las alumnas y los alumnos
son sentidos como iguales por el 95% del profesorado. Cada uno es diferente
pero todos son iguales, son niños, son adolescentes, son mágicos, son nuestros
alumnos.
Pero, si esto es así, no entiendo el motivo por el que a día
de hoy, entre nuestras alumnas, hay menos vocaciones científicas que entre sus
iguales varones. Seguro que vosotros, lectores de esta entrada, podréis darnos
muchas razones que lo expliquen, pero lo que sí podemos aseguraros es que cinco
minutos después de que las construcciones o la robótica entran por la puerta
del aula, las vocaciones científicas de todos y todas afloran, porque es
condición humana la curiosidad. Ellas y ellos sin excepción (desde los 0 hasta
los 12 años) exploran, investigan, imaginan, predicen y disfrutan.
Moraleja: padres y profesores, pongamos las herramientas a
disposición de todos nuestros alumnos por igual, seguro que lograremos la
paridad en las vocaciones científicas.
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