No voy a hablar de las
excelencias de la ROBÓTICA EDUCATIVA, ni de las capacidades que se desarrollan
al practicarla, solo pretendo comunicar un aspecto personal sobre la misma.
Tengo unas nietas muy majas,
de 6 y 3 años y claro, desde que la ROBÓTICA EDUCATIVA con el PROYECTO UNIMATE es una actividad real en mi empresa, han sido
un par de “conejillas de Indias” muy interesantes en cuanto a su reacción a la
cantidad de múltiples y variadas plataformas robóticas que utiliza SESA
Sistemas Electrónicos como complemento al desarrollo de contenidos curriculares
a medida en la implementación de la robótica en las aulas.
Les presenté a ambas un primer robot, una Bee-Bot y enseguida comprendieron que para
realizar una secuencia de pasos había que ordenar muy bien las flechas “hacia
delante”, “hacia atrás”, “hacia la derecha”, “hacia a la izquierda” y dar a la
tecla verde “GO” para que la abeja empezara a andar donde ellas querían que fuera.
Mi opinión personal es que
Bee Bot no solo daba juego en Infantil si no que puede ser un poderoso aliado
en Primaria y por qué no en Secundaria e iría mas allá del tiempo y del
espacio, para que se aplicase en la introducción de la secuenciación y de los
diagramas de flujo en cualquier centro que se dedique a la enseñanza de la Programación.
Seguimos con estructuras
Duplo de Lego Educación, la mayor con Estructuras Básicas y la peque con el
Playground utilizado en etapas preescolares.
Aprovechando que disponíamos
de tablets hemos probado también con la programación básica de las apps Disy
The Dinosaur, Kodable, Bee Bot, Tinker y Scratch Junior.
¿Cómo continúa este culebrón
entre abuela y nietas? Os lo podéis imaginar, hemos mezclado estructuras básicas,
de la mayor con el Playground, la casa
de Dora exploradora y una casita de madera de la peque. Lo mismo montamos una
mesa super estable donde comen todos los amiguitos que montamos un parque de
atracciones o un pueblo con paredes sólidas y con escaleras que no se desarman.
Se podría pensar que debido
al entusiasmo que se genera desde la empresa me dedico a impulsarles a que
jueguen con estos artilugios por el compromiso de “vamos a entretener a la
abuela” pero sigo la estrategia de “es mejor que te echen de menos que te echen
de más” y me hago de rogar, en otras palabras, prefiero que la decisión de
jugar con estas cosas salga de ellas. Y en este punto hemos establecido una
relación biunívoca: “se juega con la abuela con las estructuras, robots programables
o programación básica de las Tablets siempre que nos apetezca, tengamos tiempo
y disfrutemos todas con ello”.
Resumiendo, con la mayor, estamos haciendo un proyecto en
Scratch Junior con muchos objetos que se mueven y dicen frases con una voz
infantil conocida. A la vez, construimos el castillo de las princesas Disney de
colores pastel, floreado y con colchas bordadas (pegatinas) y buscamos
asociaciones entre estabilidad, equilibrio, precisión en la colocación de
bloques, añadiendo vocabulario técnico a nuestra cabeza. Cuando lo terminemos
vamos a dedicarnos un tiempo a observar el funcionamiento de “máquinas simples”
y compatibilizaremos con salidas al campo e inicios de Botánica. Con la peque, hemos terminado juntando
todo lo que tenemos a mano, armamos paredes que no se caen y transportamos los
números en un tren que recorre un parque lleno de personajes.
Bueno, aquí finaliza la
entrega de una cierta complicidad “grandmother-grandchildren
generation” basada en la búsqueda de esos instantes dedicados a disfrutar con
quienes nos gusta estar y a lo que nos gusta jugar. Como consecuencia de ello,
he podido comprobar que tal vez pueda
aplicarse perfectamente más allá de la vida familiar. Las niñas en general, no
solo mis nietas, construyen muy bien, asocian muy bien, les gusta
interrelacionar muchas cosas entre sí, crear espacios armónicos, sensibles,
buscar afectos fascinantes, mundos parejos. Su potencial es altísimo a pesar de
los condicionantes que pesan aún sobre
la cabeza de quienes estamos con ellas.
Con la Robótica educativa se
contribuye a dar sencillez a los
espacios de comunicación, la lucha por reivindicar aspectos no desarrollados en
el pasado pasará a un plano inferior en las prioridades del futuro.
Pero falta mucho recorrido y tenemos que
empezar por la base para que se sustente el tejado, poco se puede esperar de
algo que se impone para que quede bonito cual condecoración en el traje del
político de turno y que tal vez sabe muy poco de las movidas que se le van
echando encima si no hay especialistas que colaboren y lo hagan factible con su
experiencia, pues ya pueden llenarse las aulas de artilugios, que en principio
nadie entiende ni cómo funcionan ni cómo
deben ser asociados con las asignaturas curriculares para que sirvan de auténtica mejora en la educación de los educandos,
los profesores y los padres.
Francisca Matesanz Ballesteros.
Enhorabuena portan estupenda experiencia de aprendizaje colaborativo intergenercional.
ResponderEliminar¡Extraordinaria experiencia, qué suerte de abuela!
ResponderEliminarGracias por compartirla con todas nosotras, mujeres. Ayer oí en el telediario que los chicos son mejores en matemáticas, cachis, seguimos igual...!!!
Hace falta más gente como tú.
Un abrazo.