viernes, 25 de septiembre de 2015

Nuestra creación usando ABP y Robótica: Cuasimodo

Ahora que empieza el curso en el Colegio San Ramón y San Antonio de Madrid, tras el “largo” verano y a la espera de que comience el #Moocbot del que tenemos tantas ganas de iniciar. Rescatamos las ideas surgidas en los proyectos pasados para implementarlas en nuevas experiencias nuevas. Por este motivo queremos contaros algunos de los Proyectos llevados a cabo en el curso pasado y hacer balance de los resultados obtenidos.


Nuestra idea inicial siempre fue trabajar desde con ABP,  entendiendo la “P” como Problema. Buscado un aprendizaje cooperativo, significando la interacción positiva entre los integrantes del grupo y trabajando la competencia de “aprender a aprender” como fin, siendo un medio para conseguirla el trabajo desde las competencias: básicas en ciencia y tecnología, la competencia digital, y la del sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.



El primer ABP del que vamos a hablaros es Cuasimodo:

Cuasimodo no es el protagonista de un cuento de Disney sino nuestra Carretilla Elevadora. Se confeccionó partiendo de una situación problemática: Realizar un Toro que pudiese detectar una caja, elevarla, depositarla en un diccionario de inglés y retroceder.

Alguien se preguntará ¿por qué Cuasimodo? la respuesta es porque así lo decidieron los alumnos al ver el engendro que resultaba decidieron bautizarlo con ese nombre.

La ventaja que nos supuso trabajar con LEGO NXT fue que el prototipado de proyecto fue muy sencillo y permitía llevarlo a cabo con suma facilidad hasta la  solución final.  
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Hasta ahora no hemos mencionado la única regla que existía: no se podían buscar ejemplos, ni los alumnos ni nosotros. Lo cual suponía un problema en sí, dada la cantidad de problemas que nos fueron surgiendo y que procederemos a enumerar.

La base fue lo primero que elaboramos, uniendo los tres motores dos atrás para las ruedas propulsoras  y otro delante invertido para subir la pala. Una vez ensamblados teníamos el bastidor de Cuasimodo.
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Con el bastidor ya podíamos hacer los carriles para que subiese la pala. La idea era un carril guía y uno que subiese y bajase, pero tuvimos que poner unos topes para que no descarrilara.  Al final hacía el movimiento, pero con la mano,  no conseguíamos hacer, o idear, el medio de que subiese y bajase con el motor. Las ideas fueron varias, desde engranajes: en ruedas y de tornillos; cambiar el motor y situarlo arriba. Todo tenía cabida y lo más importante se podía hacer y deshacer cuantas veces se desease, nadie ponía una mala cara por cambiar su idea o romper su creación.

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Al final la geografía vino a salvarlos y gracias a una cuerda de un mapa, el motor podía hacer de polipasto y con un carril guía en la parte superior lo solucionaron.

Ahora venía lo mejor usar los sensores, ahí las ideas fueron muchas, usar los dos de presión uno para la caja y otro para el diccionario. ¡Fracaso!, la caja se movía y no lo hacía saltar. Al final optamos por  usar uno solo, pero cual, nos decantamos por el de ultrasonido por su similitud a unos ojos y lo mucho que nos llamaba la atención.  A priori debía funcionar si lo colocábamos en el suelo y así lo hicimos.

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Ahora tenía nuestra programación, con tres motores y un sensor; sin embargo, el mayor problema no fue la programación  lo sencillo funcionó, descartando la idea de crear variables.

Nuestro mayor problema fue la caja que había que levantar. Muchas  veces no las detectaba el sensor, otras no las  levantaban, se caía.  Las que la detectaba no eran lo suficientemente grandes para coger en los brazos de Cuasimodo. Por fin una idea descartada, rehusando piezas nos dío con nuestra caja, con las patas en un ángulo obtuso.

Con todo esto construimos a Cuasimodo y funcionó, como podéis ver. Lo hizo genial, solo hay que escuchar la emoción de las voces que se escuchan en el vídeo que os mostramos.





Habéis visto que tiene un conductor, durante el proceso pensaron que alguien debía conducirla y de ahí el conductor, que a la vez nos guiaba los cables para que fuesen sueltos.



Esta fue nuestra primera creación y con la que más interacciones surgieron y que propiciaron, en mayor medida, el aprendizaje competencial. Podríamos añadir que este aprendizaje está basado en la plasticidad cerebral y en la posibilidad de establecer nuevos caminos, hacerlos habituales, y fundamentarlo desde la neurodidáctica; o que durante el proceso hemos buscado un cambio conceptual en las ideas previas.

Pero lo que de verdad nos interesa es que con todo esto nos lo pasamos genial y nos abrió el camino para pasárnoslo genial durante el curso con otros proyectos que ya contaremos. Nos  divertirnos y de paso aprendimos muchos contenidos desde la experimentación, de modo que este año lo llevaremos al aula de Lengua. Espero que nos salga tan bien como el año precedente.     

Para cualquier duda no dudéis en dirigirnos a nosotros en el Colegio San Ramón y San Antonio en Madrid os esperamos.



Un saludo,
Fernando Villar Palomar,

@Fdito_gormaz

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