En esta ocasión utilizamos el mismo tablero que os enseñamos en esta otra entrada sobre dinosaurios carnívoros.
Sólo que, esta vez, debíamos adivinar a dónde quería ir el bee-bot. Yo les preparaba una línea de comandos y mis peques debían leerlos y seguirlos para poder adivinar a dónde quería llegar nuestro pequeño robot, si quería ir a la foto de algún dinosaurio, o si, por el contrario, quería ir a sus nombres.
Y, así, de una manera tan sencilla y visual les acercamos a la lógica de problemas, la lectoescritura, el lenguaje de la programación, la orientación espacial y la capacidad de concentración a través de la diversión y el juego.
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